Este marcapáginas nos ha asombrado por su modernidad. ¡Dónde quedan aquel famoso equino y aquel sufrido rucio de nuestros protagonistas Don Quijote y Sancho! Ahora conducen un bólido extraordinario en el que incluso caben bacía, adarga y lanza. Eso sí, el auto es marca Rocinante. ¿Adónde se dirigirán? Si los viera Dulcinea, ¿qué pensaría? Posiblemente confundiría a Don Quijote con Fernando Alonso.
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