
Eso nos puede suceder con las dos obras que seleccionamos: La voz dormida, de Dulce CHACÓN, ed. Alfaguara, Madrid, 2004 y A sangre y fuego de Manuel CHAVES NOGALES, ed. Austral, Madrid, 2011.

La segunda recoge nueve relatos escritos por el periodista Chaves Nogales y que para muchos es, junto a Max Aub, el que mejor supo retratar la insidia de una guerra. En los relatos se aleja de posturas maniqueas y recrea al hombre en su esencia, en lo bueno y honorable y en lo que nos emponzoña, con independencia del bando al que nos inclinemos. Las dos son tristes. Las dos se leen muy bien y las dos son un ejercicio de pensamiento digno de lo que uno no quiere ser.
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