En el
madrileño Puerto de León, justo por donde pasaba el antiguo camino real que iba
de Toledo a Valladolid en el siglo XVIII, se encuentra la majestuosa peña del
Arcipreste de Hita.
La erosión producida por el viento y la lluvia ha esculpido
una forma caprichosa y enigmática que sorprende al excursionista.
La peña tiene grabados unos versos del libro
del Buen Amor del Arcipreste de Hita:
La peña tiene grabados unos versos del libro
del Buen Amor del Arcipreste de Hita:
"Cerca de Tablada la noche pasada
me hallé con Aldara a la madrugada
y encima del puerto debí caer muerto
de nieve y de frío y de aquel rocío"
me hallé con Aldara a la madrugada
y encima del puerto debí caer muerto
de nieve y de frío y de aquel rocío"
Una vez que
has leído los versos de la peña, la costumbre es buscar bajo una inmensa roca
un cofrecillo, que al abrirlo contiene el Libro del Buen Amor.
Es tradición entre los excursionistas abrirlo al azar por cualquier página y leer en voz alta uno de sus párrafos.
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