El desayuno
Me gustas cuando dices tonterías,
cuando metes la pata,
cuando mientes,
cuando te vas de compras con tu madre
y llego tarde al
cine por tu culpa.
Me gustas más cuando es mi cumpleaños
y me cubres de
besos y de tartas,
o cuando eres feliz y se te nota,
o cuando eres
genial con una frase
que lo resume todo, o cuando ríes
(tu risa es una
ducha en el infierno),
o cuando me perdonas un olvido.
Pero aún me
gustas más, tanto que casi
no puedo resistir lo que me gustas,
cuando,
llena de vida, te despiertas
y lo primero que haces es decirme:
«Tengo
un hambre feroz esta mañana.
Voy a empezar contigo el desayuno».
Espero que os guste este poema de Luis Alberto de Cuenca, poeta y latinista de prestigio. Con él quiero contribuir a la poesía de los lunes aunque la incluya un martes. Cristina González.
* * *
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